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Todo en la vida es cine

Blade Runner

Blade Runner

Dice la leyenda que existen en el mundo mezclados entre la humanidad unos seres extraños a los que llaman replicantes que nadie es capaz de distinguir, aunque se cree que se diferencian de los humanos en que no son capaces de sentir.

Uno no entiende mucho todo aquello que le rodea. Quiere ser un replicante para evitar perderse, estropear su vida con presentimientos, locuras o sentimientos que ve tener a todos los que le rodean y que acaban afectando a la vida de todos y cada uno. Y comprende y observa que a algunos les afecta positivamente y les ayuda a avanzar, pero ve a muchos más a los que hunde y destroza la vida. Uno, que estuvo a punto de caer en las redes del sentimiento hace muchos años consiguió crear un conjuro que bloqueaba todas las posibilidades de que su loco corazón o su cerebro se perdieran en historias que no podían llevar a nada bueno.

Cree que ya está cubierto de por vida, pero no cuenta con que con la edad ese conjuro empieza resquebrajarse y siempre hay algo dispuesto a superar esas barreras y entrar a cañonazos en su vida. Y es en ese peligroso momento, en el que la vida se tambalea y tiene la posibilidad de caer y romperse en mil pedazos, cuando se tiene que tomar la decisión, cuando hay que saber si uno quiere seguir con una vida aburrida pero segura o quiere aceptar aquello que ha conseguido romper sus barreras y jugársela, sabiendo que tiene mucho que perder, pero que quizás tiene muchísimo que ganar.

Y es entonces cuando uno se da cuenta de que aunque sea un replicante, los replicantes también tienen la capacidad de sentir. Y una pajarita de papel aparece delante de su puerta...

Lost in translation

Lost in translation

La soledad del viajero es la incomprensión de todo lo que le rodea, de una cultura distinta, de un mundo distinto al que no consigue acostumbrarse por mucho que sea la única manera de no sentirse incómodo.

El problema es sentir la soledad del viajero en tu propio hogar. Cuando sales a la calle te sientes como un marciano. Es como si los lugares de siempre, aquellos en los que has jugado, reído, fueran lugares extraños. Los ves y sabes que los conoces, pero no consigues identificarlos. Te cruzas con tus vecinos, vas al trabajo, pero no consigues saber quienes son ni entender a esas personas que te rodean, pese a que tienes una ligera sensación de deja-vu. Y no sabes que todo es por la soledad. El llegar todas las noches a casa y no encontrarte a nadie. Saber que la ropa va a estar en el mismo sitio dónde la dejaste tirada, que la cocina estará igual de limpia o de sucia que cuando te fuiste, que quedarán los mismos platos por fregar. No poder contar tus penas laborales o simplemente vitales a nadie y tener que desahogarte hablando o golpeando a la pared.

Al principio esa sensación te gusta, la libertad de la que disfrutas. Pero poco a poco te hastía, te impregna y te mata poco a poco. La gente que te rodea deja de importarte, deja de resultar necesaria, interesante, hasta que te hundes en un pozo sin fondo.

Y cuando estas en ese pozo eterno, surge ella. No sabes de dónde sale, no sabes como ha aparecido, pero, sin saberlo, te ofrece el brazo y te ayuda a salir de la oscuridad. Y vuelves a reconocer el mundo que te rodea, vuelves a saludar a tus vecinos, a salir con tus amigos, y, sobre todo, estás con ella. Es tu amiga, tu confidente, tu desahogo, la persona que te ha devuelto la alegría de vivir.

Y un día, cuando os vais a separar la alcanzas corriendo y le cuchicheas al oído…

El marido de la peluquera (Le mari de la coiffeuse)

El marido de la peluquera (Le mari de la coiffeuse)

 

De niño soñaba olores profundos... La infancia es la época de los sueños, de los castillos en el aire, de los deseos. Todos hemos tenido un momento en la infancia en que lo hemos visto claro, en el que hemos dicho: “Me casaré con una peluquera”. Pocos cumplen sus sueños de mayores. Algunos acaban trabajando en almacenes cuando querían excavar ciudades romanas o tumbas egipcias; otros no saldrán nunca de la ciudad que les vio nacer cuando soñaban con trabajar y vivir en París, El Cairo, Pekín o Moscú; otros soñaban con dirigir películas y no pasan de grabar a su familia con la videocámara casera; en fin, otros querían dedicarse a escribir y se conforman con rellenar blogs que casi nunca lee nadie...

Pero a veces alguna de esas promesas se cumplen, aunque tarden tiempo. Hay quienes están convencidos que acabarán con la mujer más agradable y cariñosa del mundo y lo consiguen. Antes o después, a los 16, los 33 o los 50, pero la mayoría lo consiguen. Y éso, o cualquier otra cosa, les hace levantarse por las mañanas y creer en un futuro mejor, aunque el presente no les ayude a ello.

 

 

“Y el amor es tan grande, tan sincero y profundo...” PEDRO GUERRA

 

 

Cuatro bodas y un funeral (Four weddings and a funeral)

Cuatro bodas y un funeral (Four weddings and a funeral)

La edad trae un montón de efectos secundarios a tu vida. Uno de los más importantes es también uno de los momentos más odiados: las bodas. La gente no es que tenga la mala costumbre de casarse, no, es peor, tiene la mala costumbre de invitarte a la boda. No voy a hablar del dineral que cuesta una boda al invitado, todos lo conocemos, voy a hablar de los efectos devastadores para aquellos que nos atrevemos a acudir sólos a las bodas familiares.

Todo comienza cuando uno entra por la puerta y notas como la gente te empieza a mirar. Captas algunos cuchicheos (“¿Este no es el mayor de José María y Mª Ángeles?”, “¿No tenía más de 33 años?”). Tú optas por obviar todo éso y te dirijes a dónde se encuentran los primos de tu edad. Allí los tienes... con su mujer y sus hijos. Ops, mala manera de pasar desapercibido. Charlas un rato con ellos, que tienen la habilidad de no preguntar, y oteas el horizonte buscando más gente conocida. Bueno, tu prima no tiene tu edad, pero sólo le llevas 5 años... hasta que te acercas y te presenta a su novio y futuro marido. Mec, error, seguimos buscando. Das vueltas como un loco, buscando entre los invitados, hasta que te das cuenta que los únicos en tu situación no llegan a la mayoría de edad. Te resignas y piensas que en la cena mejorará.

Llega la hora de la cena, tú ya estás bastante harto y miras la distribución de las mesas. Segundo bocinazo... ¿Mesa con gente impar? Uyuyuy... te sientas y están tus primos, sus mujeres, familia de la otra parte y... ¡eres el único solitario de la mesa! Horror, no puedo huir, ¡help, help! Y no te queda otro remedio que aguantar maravillosas conversaciones sobre cómo se conocieron, sobre los hijos, a qué edad han comenzado a gatear, lo altos que están para su edad,...

Cuando parece que la cena ha terminado y ha pasado lo peor... llega el baile. ¡Qué bonito! Empiezas a ver como parejas empiezan a salir a la pista mientras el “Fondo Juventud” empieza a miraros. Rezas para que algún alma piadosa se quede dónde estás tú, pero en cuanto te das cuenta estás sólo viendo como todo el mundo baila con su pareja. Ante éso sólo queda una solución: acodarte a la barra. Empiezas a pedir pacharanes esperando enciegarte rápido para poder olvidar lo que queda de noche, pero no, no están dispuestos a dejarte en paz y todo el que se acerca a la barra empieza a preguntar. ¿Y cuantos años tienes?, ¿y no festejas con ninguna zagala?, ¿cuándo piensas sentar la cabeza?, ¿no te gustan las chicas?. Tú sigues insuflándote cubatas en vena mientras respiras hondo para evitar matar a alguien hasta que consigues que la noche se ocnvierta en algo difuso que no recuerdas.

A la mañana siguiente te despiertas con una resaca del quince y un ligero recuerdo de haber cogido el micrófono del cantante y haber mandado a todo el mundo a tomar por el culo antes de caer redondo tras todos los cubatas consumidos. Menos mal que era barra libre...

Pero llegará un día en el que veas una chica morena entre las invitadas y te acerques a ella...

 

Tarde de domingo rara

Tarde de domingo rara

Las tardes de domingo comienzan todas igual. Tras haberte levantado tarde (la mayor parte de las veces) comes con desgana y te dejas caer sobre tu cama o el sofá sin saber que hacer, aunque ya sin la resaca de cuando eras más joven (la mayoría de los días). Algunas veces sólo puedes pensar en el trabajo que te espera al día siguiente (o esa noche). Pero la mayor parte de las tardes son tardes de melancolía. Por alguan razón que no entiendo las tardes de domingo me entristecen. Le das vueltas al pasado, cercano o lejano, le das vueltas a las oportunidades que tuviste y no aprovechaste, o a las que no tuviste. Te da por ponerte melancólico: no escuchas “Sweet child o’mine” o “Vertigo”, prefieres “Boig per tu” o “Agua”. No ves “Californication” o “Gladiator”, te tragas “Antes del atardecer” o “Los amantes del círculo polar”.

Hubo una época en que las tardes de domingo servían para algo. Bajabas a la calle a jugar, a correr o simplemente a charlar con otros mocosos como tú. Ahora, con cierta edad, ya sólo están para, si hay suerte, coleccionar cafés desastrosos con mujeres que dejamos de amar o que prefieren chicos malos para soñar. Y la mayoría ni para éso.

Las tardes de domingo son un incordio cuando ya ni siquiera el fútbol nos interesa. Pero algún día llegará la tarde y entonces...

 

El club de los poetas muertos (Dead Poets Society)

El club de los poetas muertos (Dead Poets Society)

“Coged las rosas mientras podáis

Veloz el tiempo vuela

La flor que hoy admiráis

Mañana estará muerta”

WALT WHITMAN

 Nuestra vida es un conjunto de miedos. Miedo a lo nuevo, a lo desconocido. Pero a su vez la vida es un conjunto de riesgos. Cuando uno quiere cambiar quiere mejorar, hay que arriesgarse. ¿Cómo saber si la persona que nubla tu raciocinio es ella? ¿Cómo saber si ese trabajo es el trabajo de tu vida si nunca das el paso para probarlo? ¿Cómo saber si esa ciudad que tanto te atrae puede ser la ciudad de tu vida si no vas? El mundo es para los que se arriesgan, para los que deciden salirse del camino marcado.

¿Por qué no irte a trabajar a París si no tienes un hueco en tu ciudad o no encuentras nada que te haga trabajar a gusto? ¿Por qué no decirle lo que crees estar sintiendo a esa chica que te pone nervioso? Puede que las cosas no salgan todo lo bien que desearías, pero también puede que descubras la razón de tu vida. Y en ese riesgo, en ese juego, en esa ruleta está la vida. Como decía Whitman en el poema que abre esta entrada, si esperas a mañana… quién sabe lo que puede pasar. Así que deja de leer y sal a la calle y coge tu rosa, juégatela. Al fin y al cabo, la vida son dos días mal contados.

Y de tanto insistir algún día interpretarán el “Sueño de una noche de verano” en un teatro cerca de tu casa y la invitarás a acompañarte…

“Oh capitán, mi capitán”

I still haven't found what I'm looking for

I still haven't found what I'm looking for

Buscar, buscar y buscar. Nuestra vida se compone de una concatenación de búsquedas para encontrar algo que creemos que será mejor que lo que tenemos. Son pocos los que saben lo que buscan realmente y menos todavía los que lo encuentran y quedan felices hasta la muerte.

Yo soy más humilde y como dice U2 en la magnífica canción no lo he encontrado, no he encontrado lo que ando buscando. Y me encuentro feliz, contento, porque éso significa que estoy vivo, que tengo un motor que me ayuda a seguir viviendo. Todo se resume en ilusión y ganas, en que el día de la muerte uno no descubra que en realidad no ha vivido. Y las búsquedas son lo que nos hacen vivir, lo que nos hace soñar, lo que nos ayuda a levantarnos todos los días por la mañana, a olvidarnos de todo lo malo que nos rodea. Porque todos los días nos tenemos que levantar con una pregunta en la cabeza: ¿y si es hoy?

E igual no será hoy el día en que ella te mire o te coja de la mano, igual no será hoy el día en que te asciendan en el trabajo, igual no será hoy el día en que tu pareja te pida estar contigo para siempre... o igual sí. Y llegará un día en que esa búsqueda terminará... de momento. Porque ese mismo día hay que buscar otra cosa, otra idea, otro sueño. Para así, al llegar el día de la muerte no descubrir que en realidad no hemos vivido...

Casablanca

Casablanca

La magia existe. Existe cuando ves a Rick Blaine e Ilsa Laszlo y quieres ser como ellos. Existe cuando has visto cincuenta veces la película y todavía esperas que Bogart no deje irse sin él a la bellísima Ingrid Bergman. Existe cuando escuchas a Bergman tararear "As times goes by" para que Sam recuerde la canción. Existe cuando todo el bar se levanta para cantar "La Marsellesa", y te ponen los pelos de punta cantando un himno que no es el tuyo. Existe cuando Bogart le dice a Paul Henreid "Ask your wife" cuando le niega los salvoconductos. Existe cuando Bogart se despide de Bergman en el aeropuerto "We’ll always have Paris". Existe en esa maravillosa frase final, resumen de todo lo que puede ser un ser humano. Existe cada vez que Bogart le dice a Bergman "Here’s looking at you, kid" mientra le acaricia la barbilla.

Y sobre todo existe y te marca y te señala cada vez que un cínico como Rick Blaine deja escapar a la mujer de su vida tan sólo por hacerla feliz. Y entonces te preguntas si tú serías capaz de hacerlo, serías capaz de sobrevivir sin ella. Y la respuesta es evidente... NO.

"Here’s looking at you, kid"

Gladiator

Gladiator

Fuerza y honor!!! Siempre tienes un momento en la vida en que eres dueño de tu destino. El momento puede ser más prolongado o menos, lo puedes ver llegar o no, pero lo tienes. Y en ese momento tienes que tomar una decisión. Puedes ser fiel a tu integridad o venderte al mejor postor. Puedes ser fiel a la gente que ha confiado en tí o puedes cambiar de chaqueta, sólo para medrar o quién sabe qué.

Esa decisión marcará el resto de tu vida. Seguramente el camino fácil es cambiar, coger el tren ganador y dejarte llevar por el lado oscuro. Pero igual rebuscas en tu interior para encontrar, aquello en lo que realmente crees, aquello que realmente quieres y te rebelas contra lo fácil, te rebelas contra lo sencillo y pones tu dignidad por delante de todo.

Y quizás el hacer éso provoca tu caída en desgracia, provoca que el mundo que te ha costado tanto construir se te desmorone. Pero debes mantener tu dignidad por encima de todo. Porque siempre llega el día en que bajas a la arena del Coliseo para luchar frente a frente con tu enemigo...

Cuando Harry encontró a Sally (When Harry met Sally)

Cuando Harry encontró a Sally (When Harry met Sally)

A veces los planetas están alineados o quizás pasa el Halley. No suele ocurrir muy a menudo, pero cuando pasa todo el mundo sabe que algo especial ocurre en algún lugar del mundo. También a veces, con la misma escasa frecuencia, un hombre y una mujer se hacen amigos. Nadie sabe por qué ocurre, ni siquiera ellos, pero pasa. Pero todo el mundo sabe que un hombre y una mujer no pueden ser amigos. Y empieza un juego, un tira y afloja que resulta letal para alguien. A veces es él el que no acepta la situación y quiere ir más allá. A veces es ella a la que le ocurre lo mismo. Pero nunca termina de carburar, pero siempre acaban reencontrándose. Porque lo que no saben ellos, y sabe muy poquita gente, es que cuando un hombre y una mujer se dicen amigos de verdad, la cosa sólo puede acabar de dos maneras: en la cama o en el altar.

Por éso todos sabemos, o deberíamos saber, que la amistad verdadera entre un hombre y una mujer no existe, es una entelequia. Pero muchos años después, Harry se volvió a encontrar a Sally y...

Los amantes del Círculo Polar

Los amantes del Círculo Polar

Corría, huyendo de la realidad que le acosaba, se encontró con ella. También corría, también huía de la realidad... y desapareció. Tiempo después entró de nuevo en su vida como un torrente de agua, con la fuerza de un río recién nacido, con el silencio con el que arde una vela. Y el círculo comenzó a cerrarse. Éste se rompió de nuevo varias veces, pero siempre se cerraba de nuevo, por muy dañado que estuviera, había algo detrás más fuerte que todo lo que existía en el mundo, algo que les empujaba a juntarse.

Pero ellos seguían empeñados en romper el círculo, en negar lo que el destino se empeñaba en arreglar. La verdad era muchas veces tan difícil de afrontar que lo mejor era esconderla, evitarla. Hasta que un día, cerca del Círculo Polar, el destino quería que el círculo se cerrara para siempre...

El señor de los anillos (Lord of the Rings)

El señor de los anillos (Lord of the Rings)

La vida era tranquila en un lugar enmedio de la nada. El trabajo de todos los días, los amigos de siempre, las risas y las cervezas. ¿Qué más se podía pedir? Pero apareció algo que iba a cambiar su vida. Aquello le subyugó y no tuvo más remedio que rendirse ante ello y seguirlo a dónde le quería llevar.

Desde entonces no existió otra cosa en su vida. Se la rompió en mil pedazos y le metió en mil problemas. Pero a él le gustaba, estaba a gusto, esa situación le resultaba cómoda. Pero el camino seguía y los peligros aumentaban. Al comienzo tuvo amigos que le ayudaban, que le aconsejaban, hasta que un día decidió que el problema era suyo, que aquello era suyo y que quería afrontarlo en solitario. Empezó a andar y planear, a andar y planear porque sabía que podría tener que deshacerse de él.

Hasta que un día en las fauces del Monte del Destino se enfrentó a ello y tuvo que tomar una decisión. o no fue él el que la tomó...

 

Drácula

Drácula

La soledad era lo único que tenía en su vida. Vivía sólo y no se rodeaba de nadie, era demasiado complicado, era demasiado peligroso. Pero un día decidió salir de ese retiro. Decidió que necesitaba mostrarme al mundo, demostrar de lo que era capaz... hasta que la vio a ella.

De repente, ya no quiso conquistar el mundo, ya no quiso que vieron de lo que eran capaz, sólo quiso que ella se enamorara de él cómo él lo estaba de ella y llevarla a su castillo dónde la colmaría de atenciones y la convertiría en lo que él era.

Pero un día el mundo no le olvidó y quiso saldar su cuenta...

Agua

Agua

...y a veces también una canción. "¿Dónde está la frontera entre la amistad verdadera y el amor? Si es que la hay...". ¿Cómo quieres ser mi amiga si por tí daría la vida?.

Ella es tu amiga. Comparte tus enfados en el trabajo, tus alegrías y tus cafés de descanso. Confías en ella y ella confía en tí. Y un día, maldito día, la ves distinta. De repente, mientras estais tomando un café, todo cambia. Por sorpresa ya no es la misma persona que diez minutos antes, sin darte cuenta sobrepasa la barrera, la línea y sientes la necesidad de besarla, de acurrucarla entre tus brazos, de acariciarla, de tratarla como tu reina.

Te vuelves loco, tu vida se queda patas arriba... y llega la sed. Tú deseas beber, pero ella no quiere nada más, sólo quiere ser tu amiga. Pero la sed te resulta insoportable, no puedes aguantar más. Y un día la abordas y le dices todo lo que llevas dentro. Ella te mira y...

Friends

Friends

Todo empezó cuando un tiempo después ella volvió a aparecer en sus vidas, tras un tiempo fuera. Él (o ella) estaba enamorado de ella (o él). Pero para ella (o él) sólo era un amigo (amiga) con el que reir, charlar. Pero un día una amiga le desveló a ella (o él) el gran secreto... pero ya era tarde. Él (o ella) estaba enamorado de otra persona, no le veía igual.

Pero el destino es caprichoso y la tortilla viró. Y llegó el día en que él (o ella) la redescubrió y su relación marcó una época... Y rompieron y volvieron, y tuvieron una hija, y no pudieron escapar al destino y acabaron "happily ever after".

Pero sólo es una serie de televisión y la realidad no es igual. Por mucho que queramos y deseemos... MTQ

 

Descanse en paz, Juan Antonio Cebrián

No lo enlazaré con una peli, no es una entrada normal. El sábado por la tarde falleció Juan Antonio Cebrián. Para quién no lo conociera, hacía el mejor programa de largo de las ondas, "La Rosa de los Vientos". El Cebri era un amante de la historia y lo demostraba, la contaba con sencillez, haciendo que muchos se engancharan a ella. Se rodeaba de colaboradores librepensadores, que, como él mismo decía, no querían vender ideas, tan sólo ayudarnos a pensar, a plantearnos las cosas. Y un ejemplo de superación, porque aunque casi nadie los supiera, era ciego.

Cebrián era el profesor Keating de "El Club de los Poetas Muertos", una guía para los que lo escuchábamos, el catalizador de la reacción que nos hacía plantearnos todo desde una mirada crítica. Para mí, además, era el compañero de las noches, aquel que hacía que no fueran tan duras, aquel que me ayudaba a pasar las noches de fin de semana sin comerme la cabeza con mi mierda.

El Cebri era un personaje imprescindible, de los que se necesitan más en el mundo de hoy y en este país. Nos quedarán sus libros y sus programas en mp3, aunque ya nunca más nos ayudará a pasar las noches del finde. Descanse en paz, se nos va uno de los nuestros.

 FUERZA Y HONOR!!!

Trabajo basura (Office space)

Trabajo basura (Office space)

Todos nos tenemos q ganar la vida de alguna manera. La mayoría no somos ricos herederos ni podemos vivir del cuento. Y cuando entras a trabajar en una empresa, aparecen los seres más amargados de la humanidad, los jefes.

Los jefes pueden ser de muchas maneras, pero los peores son los que nos toca sufrir a la mayoría, los que no saben hacer la o con un canuto y en su vida podrían imaginar estar dónde están. Son personajes a los que su poder les sobrepasa y se creen por encima del bien y del mal. Ellos siempre tienen razón, aunque todo el mundo sospeche que no la tienen, y cuando con sus órdenes se hace la gran cagada, no tienen ningún empacho en hacer caer la mierda para abajo para que no les salpique. Y sepasan el día dándote charlas de moralidad en el trabajo, cuando algunos no pueden pasar de decir "ehhhh, ohhhh, ahhhh"

Creen que tienen derecho a humillarte en público y tratarte como si fueras una mierda, y si te rebotas te la has jugado. Hay una variante que son aquellos que además te valoran a final de año y de esa valoración depende el que te suban el sueldo o te quedes con un cero patatero.

Esta suma de virtudes las reúnen mis jefes, aderezadas con alguna más dependiendo de la persona...

Y un día con unos compañeros planeas acabar con la empresa...

Re-Animator

Re-Animator

Como podrás ver si alguna vez te habías pasado por aquí, he eliminado una serie de entradas. No porque no me gustaran las pelis que las titulaban, sino porque he decidido que ésto no es lugar de críticas, es lugar para marcar paralelismos entre la realidad de las películas y mi realidad paralela.

Espero que lo prefieras si por casualidad has ido a parar por aquí.

Seguiremos molestando...

Persiguiendo a Amy (Chasing Amy)

Persiguiendo a Amy (Chasing Amy)

Todo el mundo piensa que ya eres demasiado mayor para entretenerte en lo mismo que cuando tenías 20 años. Pero a tí te da igual. Piensas, ¡para qué complicarme la vida con historias si vivo genial teniendo eternamente veinte años!.Para qué preocuparse de otras cosas cuando a base de videojuegos, películas y series de televisión la vida puede ser perfecta.

Pero no puedes evitar que la gente que conoces se relacione y busque algo más. Y un día, un amigo, un conocido o un compañero de trabajo te presenta a alguien. Y te bloqueas. Y estás a gusto con ella, ríes, charlas y lo pasas bien. Y te parece que algo va creciendo dentro de tí. Un sentimiento que creías no podías tener nunca y que te coge desprevenido. Ella es diferente, no es como las demás, no la miras como a las demás.

Hay poderosas razones que os separan, hay poderosas razones para que no intenteis estar juntos. Sabes que un día explotarás y se lo dirás. Crees que ella huirá, le dará miedo, no querrá aceptar que ha surgido lo que ha surgido, la perderás hasta como amiga. Tú te agobias. Además, ella tiene la experiencia de la que tú careces y éso te da miedo, o celos o no se sabe qué. Y no se sabe si por tu culpa o la de ella, lo que podría haber sido acaba muriendo.

Y tan sólo queda un cómic...

Antes del atardecer (Before Sunset)

Antes del atardecer (Before Sunset)

Uno se hace muy mayor. Hemos tenido aventuras, y, sobre todo, hemos soñado con tenerlas. Quizás en una trabajabas en varias ciudades europeas, en otra dabas la vuelta al mundo,..., pero nos hemos hecho mayores y hemos sentado la cabeza. Tenemos un trabajo estable, o por lo menos algo con lo que nos ganamos la vida, una mujer con la que vives y hace que la casa no esté vacía cuando llegas, aunque algunos días te preguntes si realmente quieres estar con ella, unos amigos siempre fieles que son lo mejor que te ha pasado en la vida que llevas...

Pero un día, trabajando la crees ver. Y te despierta todos esos recuerdos que tenías dormidos. Aquel día completo en Viena. Esas risas, esa cena en el parque, esos besos,... y esa promesa. Tres meses después ella no estaba, pero tú sí. Volviste a Viena y ella no estaba... y tu vida se convirtió en lo que es ahora.

Pero la has visto. Y te acercas a verla de cerca, a demostrarte a ti mismo que es una visión. Pero no lo es, es real, y la vida os ha vuelto a cruzar tantos años después. Al principio no sabes que decir, estas fuera de tí, crees estar soñando. Pero comenzais a hablar, se disculpa por no haber ido a la cita, tomais café, recordais aquella noche y le acompañas a casa. Y sentando en su sofá, ella canta y baila a Nina Simone para tí...