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Todo en la vida es cine

Mensaje en una botella (Message in a bottle)

Mensaje en una botella (Message in a bottle)

 

Hola niña:

            Hubo una época, cuando tenía dieciséis años que me gustaba escribir cartas y lo hacía habitualmente. Para un persona como yo que cara a cara lo único que consigo es bloquearme o tartamudear, las cartas eran una manera de desahogarme, de decir lo que pensaba o sentía.

            Aquel momento pasó y nunca más volví a coger la pluma para escribir a nadie una carta. Pero has aparecido tú y de nuevo siento la necesidad de escribir ya que cara a cara, ante ti, sólo tiendo al ridículo y soy incapaz de expresar lo que me pasa por la cabeza.

            La verdad es que no sabría decirte cómo empezó todo ésto. No soy capaz de ponerle una fecha, y leyendo mi diario me he dado cuenta de que tampoco la hay. Cuando me di cuenta la cosa ya había estallado y me había lanzado en una cuesta abajo que ya impedía activar el freno. Ya habías entrado tanto en mi cabeza que por mucho que me empeñara ya no iba a lograr hacerte salir fácilmente. Y a fe que no lo he conseguido… todavía. Y me empeño, y lo intento, e incluso hay momentos en los que creo haberlo conseguido, pero en noches como las de hoy o semanas como la pasada, la tarea se vuelve muy complicada.

            Todo me lleva a un segundo punto: ¿qué es lo que me trastorna tanto de ti? Nunca supe decirlo. Quizás lo más acercado a lo que pasó es lo que Amaral escribió en aquella letra, “cómo decirte que me has ganado poquito a poco, tú que llegaste por casualidad”. En ningún momento me fijé en ti, pese a que ya hace un largo tiempo que nos conocimos, pero las charlas y las risas hicieron que todo empezara teniendo ganas de compartir tiempo contigo y acabara con mi yo interno queriendo compartir algo más… que evidentemente no va a ser. Me impresiona que siempre tengas una sonrisa en la boca, que hasta cuando estás enfadada acabes de buen humor y sonriendo, que siempre estés dispuesta a hacer algo por alguien. Me gusta que tengas una visión optimista de la vida, cosa que a mi me cuesta mucho tener, que siempre me ofrezcas el lado bueno de todas las cosas (por malas que parezcan). Y claro, me hechizan tus ojos, tan verdes como el primer rayo de sol de la mañana (o éso dice la leyenda), y me encantaría contemplarlos cuando dentro de muchos años nuestro clan se reúna en torno a la hoguera y les contemos historias de cuando este mundo todavía tenía una parte de racionalidad. Y entonces, junto a esa lumbre, me gustaría contarles la historia de cómo un chico que tenía un hechizo que le incapacitaba para sentir conoció a una chiquita que hizo saltar por los aires ese conjuro.

            Hasta ese momento, que creo que nunca llegará, me conformaré con conocerte y tomarme alguna cerveza o algún café contigo…

 

4 comentarios

Lhea -

sigue escribiendo, es una de las mejores formas de poder decir lo que uno siente aunque sea a al pagina de un blog.
ya que a veces lo que nos guardamos para no hacernos daños con las respuestas que no queremos oir nos termina consumiendo.
escribir libera el alma a tal punto que cuando lees lo que escribes puedes encontrar la respuesta para mejorar todo!







hesisair -

Gracias Cris!!!
No tiene buena pinta, aunque la esperanza es lo último que se pierde (o éso dicen)

Cris -

Qué bonito.
Y quién sabe, igual, al final, sale bien.

sixto -

Sigue escribiendo esas cartas aunque solo queden en el bloc que las redactas, y analiza lo que en ellas escribes para saber lo que sientes.