Veinte de abril
¡Qué típico!, direis. Para el día de hoy la canción con el nombre del día de hoy. Teneis un punto de razón, pero el caso es que por culpe del esguince de tobillo que tengo este fin de semana después de muchos no he salido de casa reposando el tobillo. Y ha resultado agobiante. Me resulta extraño, porque hasta hace unos meses nada me resultaba más agradable que encerrarme en casa con mis series de televisión, mis libros y mis películas. Pero desde que hace seis meses ocurrió (o no ocurrió) lo que pasó necesitó salir de casa, tomar el aire fresco, hacer cosas, para vaciar la mente de paranoias y problemas, o simplemente ocuparla con otras cosas.
La cuestión es que este parón me ha dado para volver la vista atrás, tal y como hacían los Celtas Cortos con su presunta carta, y pensar en aquella niña que provocó el primer gran terremoto en mi vida hace ya 17 años. Como cantaban los Celtas de repente he querido saber qué era de ella y me he puesto a buscar en Google y Facebook para descubrir que es profesora en la Universidad, era (o es) de la dirección de un partido político y que no está en Facebook (aunque no la hubiera intentado añadir como amiga, no creo que se acuerde de quién era yo). Y me ha dado por pensar en que, pese a que cuando nos conocimos no creía en éso, está felizmente casada e incluso con niños..., y en que ni siquiera recordará que hubo un tiempo en el que nuestras vidas se cruzaron. La verdad es que hasta hoy hacía mucho tiempo que no la recordaba y puedo decir que lo hago con cariño. Porque pese a todo lo que pasé debido a aquello, pese a que acabé repitiendo aquel curso porque no podía centrarme en lo que debía, pese a que acentuó hasta límites excesivos mi timidez crónica, en definitiva fue la persona que me hizo despertar, que me hizo querer y sentir por primera vez... Y cuando te das cuentas que has tardado 16 años en volver a sentir lo mismo (aunque haya acabado de la misma mala manera), me doy cuenta de que es una de las personas que pasaran por mi mente en el momento de la muerte.
En fin, que como veis uno también tiene su pasado que surge en ciertas fechas, pero que ya no machaca como en otros tiempos, si no que sirve para seguir adelante e intentar que no tenga que esperar otros 16 años para sentir algo. Aunque éso ya se sabe que nunca se sabe cuándo viene y cuándo se va...
2 comentarios
satrian -
Irene Jansen -